Ola a todos vosotros. Hoy no hablare respecto a mí mismo
ni a mis trabajos, ya que simplemente mi ideal no es ese. Es más bien, dejando que
otros tengan participación en este Blog. Por eso, el día de hoy subiré una
historia que no es mía, es más las escribió un compañero de mi universidad
que, pese a lo corto que es, es algo que me encanto leer y con el permiso de él,
les compartiré hoy. Este texto no tiene título, ya que, como el mismo lo dijo,
es simplemente una retrospectiva de sí mismo. Así que, los dejare con esta
bella Historia. Antes de irme quiero dar una noticia. Debido a dos eventos que
ocurrieron recientemente y que me afectaron, subiré un par de crónicas
correspondientes a cada tema. Y de saber cómo soy sabrán a que temas me
refiero. Estas las subiré el sábado por la noche. 
He escuchado por ahí que estas aquí, que la vida dio
vueltas y de nuevo te encuentras cerca: que tienes a alguien y que no sé cómo
te va, espero que bien. Te cuento que he tenido mis contradicciones al estar
pensando en vos; las generas no sé cómo, ni donde llegue a encontrarte o no sé
si tú me escribirás o simplemente dejes pasar los meses y los años hasta que
nuestros caminos se crucen de nuevo; aun así seguiré esperando, ya que los
buenos hombres esperan. Mi deseo es que no hayas cambiado mucho, aunque si lo
hicistes, solo te conoceré de nuevo.
No me quejo de la vida, me quejo de las
cosas que pasan en ella, tampoco siento que me debas una explicación, solo
siento esa curiosidad de ver tu rostro rozagante de mejillas gordas, ojos
grandes y brillantes, de dientes perfectos y, labios delgados y rojos como la
sangre; siento ese deseo de verte y poder saber cómo estas, pero como lo he
dicho antes no se si vos pensés en mí, o por un segundo pienses en lo que pudo
haber pasado. Aun así, si tú las piensas, es porque en el fondo existen esas
cosas y pueda darme cuenta que ninguno tuvo la culpa; solo que la vida se encargó
de hacer lo suyo, pero ella, la misma vida, es un equilibrio que llega a todos
con las acciones y personas que estuvieron en ella.
Por eso Sigo esperando
así nunca llegues, mujer preciosa
Escrito por: José David Romero Castro
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