Dia 3
Ola a todos vosotros este jueves por la noche; gracias por sus comentarios y visitas durante estos dos primeros días, es un alivio saber que les gusta. El día de hoy subiré una historia de mi propia pluma que sin duda me gusto, así como también espero que les guste sin más que decir, empecemos.
Ola a todos vosotros este jueves por la noche; gracias por sus comentarios y visitas durante estos dos primeros días, es un alivio saber que les gusta. El día de hoy subiré una historia de mi propia pluma que sin duda me gusto, así como también espero que les guste sin más que decir, empecemos.
Koguma y Neko
Aun así, ni Neko ni Koguma podían verse pero si comunicarse entre ellos para la enseñanza y el avance humano; esto se debía a que los dioses se lo prohibieron para evitar en ellos peleas y discordias. Hasta que llego el Gaska (fin del año) en donde los seres subían a donde los dioses a entregar cuentas del progreso humano. Fue la primera vez que se encontraron, ambos seres quedaron impactados por lo perfectos que era el uno con el otro; sintieron algo que nunca hubo hasta ese día: Amor. Después de ese día, ambos seres intentaban verse muy a menudo a escondidas de los dioses, se enviaban regalos, se mandaban obsequios y se amaban en silencio y secreto. Lejos de allí, los humanos al ver las acciones de ambos seres empezaban a adorarlos y a crear ritos en pos de ellos aun sin ellos dos saberlo por estar en su romance.
Los dioses, al enterarse del acto
de los humanos y de los seres, les declararon la guerra a sus propias creaciones.
Los días iban y venían y las bajas eran grandes entre ambos bandos, pero los
dioses eran implacables; los humanos rogando por sus vidas pidieron ayuda por
los seres. Los seres, conmovidos por sus
fuertes sentimientos entre ellos, corrieron en pos de los humanos no por
benevolencia sino por misericordia; ya que sin quererlo amaban a esos seres que
no eran de su propiedad. El día llego, los humanos luchaban con todas sus
fuerzas en contra de los hermanos, quienes con forma humana, bajaron a la
tierra a enfrentar los pocos humanos que quedaban; Koguma llego primero y dio
el primer golpe mientras Neko sanaba a los heridos, mientras que los dioses se
enfrentaban en contra de ellos. Koguma, en su forma de oso, ataco a Eratos;
Eratos al ver lo que se venía, tomo una lanza y atravesó el corazón del
poderoso oso. Neko al ver aquella escena y como el final de su amado se venía,
se colocó en medio del dios y del oso recibiendo el otro golpe también en su corazón.
Ambos seres cayeron al suelo mientras volvían a sus formas normales; ella con sus pocas fuerzas se arrastró al lado de su amado y con un beso sellaron su final. Hubo un silencio estremecedor en el campo de batalla, el sonido de las lanzas y los gritos de los muertos se reemplazaban poco a poco por los llantos tanto de los hombres como de los dioses, quienes al ver la escena empezaron a sentir. Los hermanos, al ver su error se lamentaron en sí mismos. De repente y sin previo aviso se levantaron los enamorados sonriendo y amándose más que nunca, ya que ni la muerte los pudo separar. Los dioses, sorprendidos y reflexivos, al ver tal escena le perdonaron la vida a los humanos y se reconciliaron con ellos, infundiendo en ellos los sentimientos que en ambos habían. La paz volvió, los dioses y humanos vagaban libremente ya sin vacíos en el Eros, y los amados sabiendo que su amor pasaría de generación en generación, plasmaron en el cielo tres estrellas juntas que perpetuaría su amor siempre y por siempre. Y se preguntaran porque tres, bueno una representa a Koguma fuerte y poderoso, la otra a Neko noble y dulce y la tercera el fruto de su amor, Okamii.
Ambos seres cayeron al suelo mientras volvían a sus formas normales; ella con sus pocas fuerzas se arrastró al lado de su amado y con un beso sellaron su final. Hubo un silencio estremecedor en el campo de batalla, el sonido de las lanzas y los gritos de los muertos se reemplazaban poco a poco por los llantos tanto de los hombres como de los dioses, quienes al ver la escena empezaron a sentir. Los hermanos, al ver su error se lamentaron en sí mismos. De repente y sin previo aviso se levantaron los enamorados sonriendo y amándose más que nunca, ya que ni la muerte los pudo separar. Los dioses, sorprendidos y reflexivos, al ver tal escena le perdonaron la vida a los humanos y se reconciliaron con ellos, infundiendo en ellos los sentimientos que en ambos habían. La paz volvió, los dioses y humanos vagaban libremente ya sin vacíos en el Eros, y los amados sabiendo que su amor pasaría de generación en generación, plasmaron en el cielo tres estrellas juntas que perpetuaría su amor siempre y por siempre. Y se preguntaran porque tres, bueno una representa a Koguma fuerte y poderoso, la otra a Neko noble y dulce y la tercera el fruto de su amor, Okamii.
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